Recomendación

Este 23 de noviembre se extrena acá en Costa Rica la película "Sharkwater" que hace un llamado de atención a una de las prácticas más crueles que el humano puede hacer hacia otros seres vivos, el aleteo.

El aleteo consiste en cortarles las aletas a los tiburones y regresar el cuerpo al mar. Esto es muy inhumano porque el tiburón aún sigue con vida pero sin sus aletas no puede respirar ni nadar, entonces tiene una muerte muy lenta por hambre, asfixia o ataque de otros depredadores.

Las aletas de tiburón tienen un alto valor comercial en Asia debido a la gran demanda de la sopa de alta de tiburón. En China el precio de kilogramo de aleta seca puede alcanzar hasta los US$ 600. Los barcos de todo el mundo con tal de tener más espacio en sus bodegas recurren al aleteo.

Las poblaciones de tiburones tardan muchos años en recuperarse, de seguir llevándose a cabo el aleteo, cada vez habrá menos tiburones y habrá graves consecuencias. Los tiburones controlan poblaciones de otras especies, como el calamar o la sardina, sin ellos habrá un desequilibrio en los océanos. Las generaciones futuras no podrán conocer muchas especies de tiburones.

A pesar de que en Costa Rica esta prohibido el aleteo, esta película demuestra que aún estamos muy lejos de lograrlo (las poblaciones de tiburones disminuyeron un 60 por ciento entre 1991 y 2001) con cámaras ocultas nos muestran una realidad solapada de nuestra tierra.

Ganadora de 21 premios internacionales esta película nos demuestra que somos parte de un ecosistema, dependemos unos de otros para seguir sobreviviendo.

Nunca es tarde para actuar, por tus hijos y los míos!