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PROHIBIDO COMER


Hasta el siglo XX la palabra placer estaba desterrada del diccionario femenino. El cuerpo no era propio y el sexo era un deseo ajeno. La revolucion de la pildora les dio a las mujeres libertad sobre su cuerpo. Ya no era la unica posibilidad embarazarse después de tener sexo. ¿Se necesitara ahora una pastilla que permita comer sin engordar para que las mujeres vuelvan a poder concretar sus deseos? ¿O los cuerpos tendran que ser los que quieren ser y no los que deben ser, segun la angostita mirada moderna? Las mujeres ganamos el derecho a hablar, votar, decidir, pensar, trabajar y gozar. Sin embargo, la mayoria, al menos, seguimos pendientes de la mirada ajena. Y aun las que pueden pensar y cuestionar los mandatos que les caen por la cabeza no pueden evadirse de sentirse acorraladas por el espejo social que pide mujeres flacas. Con la boca cerrada, al menos –y no casualmente– para comer. Muchas mujeres no llegan a un vomito post flan con crema, pero -igualmente– cada vez que tragan tienen que tragar saliva para tragarse pensar que pueden estar engordando por culpa de lo que estan tragando. Y que tire el primer pan con mantequilla la que este libre de sentir culpa por comer. “Sufro esa mirada represora”, asume Liliana Hendel, psicologa y columnista televisiva del noticiero del mediodía de Canal 13. Para ella, esa represion hace que la libido femenina este rendida a los pies de una (ahora sexy) milanesa napolitana. “Estar prohibiendo permanentemente enciende el deseo. El control social y la prohibicion cargan la comida de un plus. Ya no es el vehiculo por el cual logro los nutrientes que necesito para vivir. Ahora las mujeres hablamos de ‘no sabes lo que me comi...’. Hace veinte años se hablaba asi de tener un amante.” La mujer independiente del siglo XXI vive sola, trabaja, mantiene su hogar, no depende de la mirada masculina salvo (o mas que nada) para evaluar su propia imagen. La presion de la delgadez es un autoflagelo que la sociedad fomenta. ¿Mejor comer sola que mal mirada? “Seguro que alguna amiga hubiera dicho ‘deja eso ¡¡¡¿No era que estabas haciendo dieta?!!!! Asi que mi bomboncito me lo como ahora, ahorita en mi casa...donde nadie me vea” Interesante artículo publicado en el Suplemento Las/12 del diario Página/12 de Buenos Aires, Argentina

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